Un domingo más.
Una soledad más.
Un día más que se tacha en el calendario y un día más que permanece en blanco.
¿Cuándo fue que los domingos tenían color y aroma de domingo?Hace mucho...
Cuando la piel era tersa, el cabello jugaba con el viento y el sol envidiaba el brillo de los limoneros y el aroma de los Azahares.
Hoy ningun domingo se asemeja a un domingo y una nueva soledad pinta el almanaque cuatro veces al mes.
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