Ell le alcanzó el vaso de agua y su pildora para la presión, el se bajó un poco los anteojos que usaba para leer las noticias en la tablet y la miró.
Ella pregunto:
-Carlos, ¿de que hablábamos cuando no hablábamos de enfermedades?
El la miró entre sorprendido y melancólico.
Ninguno respondió y la atmósfera se tiñó de ausencia en la tarde del domingo.
Este es muy lindo, quizá porque uno se ve tan reflejado!
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