Esa mañana, al despertar, como siempre, encontro el mensaje.
Buenos días amor!Y se preguntó cuánto tiempo hacía que su amor estaba encerrado en el teléfono.
Un mes, un año, una vida? Y no. El no estaba en su vida, ni era su amor.
NO contestó el mensaje y borro el número, chats, fotos, todo.
Ahora podía decidir.
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