viernes, 1 de agosto de 2014

Vamos olvidando detalles, pero quiero esbozar algunas páginas para que esos detalles permanezcan vivos tanto como me siento hoy.
Me decían, te vas a aburrir, retirarte del trabajo es un miedo del que muchos no se sobreponen. En un momento pensé que mi vida sin mis clases y sin los alocados, curiosos y siempre  sorprendentes adolescentes sería algo gris y frio que habría que combatir con infinidades de actividades para no recordar, añorar o querer entrañablemente volver a esas aulas que fueron el espejo de lo que fui y también de lo que soy.
Cuando elegimos una profesión la elegimos y ella nos elige para toda la vida, ya no trabajo de profesora, pero seguiré siendo una durante toda mi vida. Eso es aterrador y maravilloso. Aterrador porque siempre encuentro algo que corregir en algún punto y maravilloso porque tengo tantos recuerdos y anécdotas en mis 34 años de trabajo que me es imposible relatarlos, sin embargo me he propuesto relatar alguno de vez en cuando por aquí y poder sentir de una manera u otra los sentimientos que he experimentado a lo largo de todos esos años. Por el momento debo decir que estoy feliz, feliz de poder disfrutar de mi tiempo sin relojes y sin apuros, sin comidas de microondas y sin tener que sopesar a cada instante esto está bien, esto no, esto es justo esto no. Quien soy o fui yo para decidir que es justo en cada caso. Impartir justicia no fue lo que me enseñaron, sin embargo para impartir justicia debemos ser justos y eso es muy difícil nunca estamos del todo seguro que es lo justo. Eso creo que es una de las tareas más difíciles que un profesor tiene. Tanto cuando imparte la clase, como cuando evalúa, cuando trata a sus estudiantes y cuando trata a sus colegas y también cuando se refiere a su franqueza con la vida. Los valores que cada uno acarreamos y que nos procuraron desde pequeños afloran cuando estamos al frente de un grupo, cualquiera sea este.

Entonces, esta es una pequeña introducción a algunos relatos de mi camino por las escuelas que pretendo comentar. Lamentablemente la memoria no es tan amplia y a ciencia cierta dejare en el tintero alguna buena narración que causo la risa generalizada de una clase o las lagrimas de otra. Pero haré mi mejor esfuerzo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario